"A la muerte del Cacique, su esposa, la princesa Urquía y su hijo Baruta presiden las exequias. Los restos fueron colocados en una vasija adornada con cañas bien labradas y el sepulcro interno se le acomodó con sus armas, la comida y la bebida que le alcanzaran hasta que el Cacique encontrara a sus Padres, parientes y amigos.
De acuerdo con la Tradición Caribe, le cantaron las proezas en los rituales que presidia el Piache de la tribu de los Indios Teques. Los instrumentos indígenas, entre ellos la flauta, servían para tocarle música al difunto.
Como el bohío había sido destruido por el fuego, la ceremonia acostumbrada se realizó en las afueras, no obstante los cánticos y los ritos necesarios para alejar y lograr que los espiritus malos no acompañaran al guerrero en su ruta final fueron realizados tal como eran costumbres. Corría el Año 1568".
Tomado de Aborígenes.
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